Un intelectual egipcio causó gran controversia al afirmar en su columna en el diario «Al-Yawm al-Sabi» que demandará a Israel por las diez plagas que afectaron a Egipto.
El escritor Ahmad al-Gamal no va en contra de los siglos de tradición musulmana pero no niega la veracidad de los relatos bíblicos sobre la liberación de los hebreos donde el Dios de Israel causó grandes tragedias a través de Moisés.
Ahmad al-Gamal instó a su Gobierno a demandar al Estado de Israel, exigiendo indemnizaciones por las consecuencias de las 10 plagas mencionadas en la Biblia que ocurrieron porque el faraón se rehusó a liberar al pueblo hebreo.
«Debemos ser indemnizados por las 10 plagas que fueron ocasionadas contra nosotros como resultado de las maldiciones que los antepasados hebreos lanzaron sobre los nuestros. Ellos no merecían pagar por el error del gobernante de Egipto de ese tiempo, el Faraón», afirmó.
Aunque para algunos parezca una broma de 1° de Abril, la demanda generó controversia entre quienes tomaron en serio el argumento ya que Egipto está pasando por una grave crisis económica y política, mientras que Israel tiene la democracia más fuerte de Oriente Medio y goza de una economía estable que dura varios años.
«Lo que está escrito en la Torá demuestra que fue el faraón quien oprimió a los hijos de Israel, no el pueblo egipcio. Pero echaron sobre nosotros plagas de langostas por la cual fue imposible desarrollar la agricultura. Otra plaga impidió que el agua del Nilo pudiera ser bebida durante mucho tiempo. La plaga de la oscuridad constante fue un verdadero desastre. La plaga de la muerte de los primogénitos debe ser considerada un crimen de lesa humanidad», alegó Al Gamal.
El escritor egipcio musulmán reclamó también recuperar «todo el oro que se llevaron los hebreos de Egipto».
«Queremos una compensación por todo el oro, la plata, el cobre, piedras preciosas, telas, cuero, madera, pieles de animales y demás, que usó el pueblo de Israel en sus rituales», añadió el escritor en referencia a los materiales utilizados para la construcción del Tabernáculo en el desierto, según narra el Antiguo Testamento.
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